Esta edición es un homenaje al mundo de la caza y en particular a 1867, año en el que Lothar von Faber adquiere el pabellón de caza de Dürrenhembach como regalo para su hijo Guillermo, que era un apasionado cazador. Tal pasión por la caza y amor por la naturaleza trascendió hasta el Conde Roland von Faber-Castell, que era el padre del actual Conde, para quien la conservación del entorno es algo absolutamente primordial.
La Edición Especial 2010 de Graf von Faber-Castell, está inspirada en la estética de algunos de los rifles de caza del Conde Roland. Como ocurre con las más exquisitas armas de fuego, los artesanos trabajan el metal como se hacía antaño, convirtiéndo estas plumas estilográficas en piezas únicas, empleando técnicas como el damasquinado (técnica en crear ranuras con forma de “cola de milano” en las que posteriormente se fijan mediante presión pedazos de oro macizo de 24 k.) logrando así una estética característica de las mejores armas artesanales.