Una de las estampas que acuden a nuestra mente cuando pensamos en los elementos más representativos de la cultura japonesa es, sin lugar a dudas, la de sus peculiares jardines. Espacios en los que la naturaleza, sabiamente condicionada por la mano del hombre, se presenta en toda su plenitud proporcionando auténticos remansos de paz en los que las especies vegetales, las rocas y los estanques y cursos de agua transmiten una apacible sensación de armonía y quietud.
La pluma estilográfica Namiki Yukari Rock Garden pretende evocar dicho sentimiento con su hermosa ornamentación maki-e, que representa diversas rocas y las sutiles ondulaciones del agua golpeando contra éstas por medio de dos variantes diferentes de esta conocida técnica pictórica japonesa. El Togidashi maki-e, consistente en la realización de diferentes patrones dorados que se recubren con laca urushi y se bruñen utilizando carbón, puede apreciarse claramente en la representación de las rocas, que adquieren un efecto tridimensional o de relieve gracias a su textura elevada. Por su parte, el Hira maki-e emplea lacas urushi de colores que se combinan con laca bruta y se cubren posteriormente con polvo de oro. Una técnica perfectamente reconocible en las ondas del agua que se reparten a lo largo y ancho de la escena.

El resultado final de este laborioso proceso ornamental, realizado totalmente a mano y que puede durar hasta tres meses, es una auténtica obra de arte, de ahí que no resulte extraño que cada pluma aparezca firmada por su autor en la parte posterior del barril con caracteres kanji. Se trata de piezas que, como hemos visto, emplean diferentes materiales preciosos y que resultan irreproducibles con total exactitud, lo que convierte a cada instrumento de escritura en una obra única e irrepetible y explica su alto coste y su exclusividad.

Todas las estilográficas de la colección Yukari están dotadas de un práctico sistema de carga por cartuchos o convertidor y montan un espléndido plumín de oro macizo de 18 quilates que se encuentra disponible en grosores F (fino), M (medio) y B (grueso). La decoración grabada de este último incluye, entre otros elementos, la silueta del célebre monte Fuji con su cumbre aparentemente cubierta de nieve gracias al estratégico emplazamiento de una fina máscara de rodio.

La estilográfica Namiki Yukari Rock Garden se sirve en un espléndido estuche de presentación de madera que alberga en su interior, sobre un refinado lecho de terciopelo, la estilográfica, un tintero y un convertidor CON-70.
